Funicular de Artxanda – Bilbao

Toma su nombre por el Monte donde comienza o finaliza tu aventura. Artxanda es el balcón de Bilbao y nos brinda observar desde su espectacular ubicación conocer Bilbao desde las alturas. Es visita obligada, ya que no se puede apreciar totalmente la belleza de una ciudad hasta que no se la observa desde las alturas. Y este Monte Artxanda es el lugar adecuado para tener una buena vista panorámica de Bilbao a la vez que disfrutar de un buen paseo.

Pero en este post no vamos a hablar del Monte Artxanda, eso lo haremos en otra ocasión, aquí vamos hablar del funicular, haciendo un breve repaso de su historia.

Muchos eran los bilbaínos a finales del siglo XIX y primeros años del siglo XX, los que subían al Monte Artxanda a disfrutar de su tiempo de ocio. Inspirándose en el funicular de San Sebastián surgió la idea en 1901 de conectar el centro de la ciudad con el Monte Artxanda, así que se valoró en un principio el proyecto de Bernardo Jiménez (1912) de un tren de cremallera para unir el centro de la Villa con el Monte Artxanda, aunque por falta de financiación este proyecto nunca vio la luz.

Fue el 19 de julio de 1915 cuando la Dirección de Obras Públicas aprobaba el proyecto de Evaristo San Martín y Garaz, y en un carta remitida al gobernador daba el visto bueno a la construcción del funicular, recomendando una serie de mejoras y creando en ese momento la sociedad Funicular de Artxanda.

Una empresa suiza, L.Von Roll, especializada en este tipo de trenes de montaña, fue la encargada del diseño de la maquinaria. En el archivo figura el importe de la construcción que fue de 488.407,30 pesetas (2.935,39 €). Así que el 7 de Octubre del 1915 se realizó el primer viaje, siendo en ese momento el alcalde de la villa Don Benito Marco Gardoqui.

El funicular ha pasado por situaciones difíciles durante estos 105 años de historia (1915-2020) estando cerrado en múltiples ocasiones. Primero por los daños que sufrió durante los bombardeos de la Guerra Civil española. Posteriormente un desgraciado accidente el 25 de junio de 1976, fue motivo de una paralización del servicio de siete años, volviendo a funcionar el 30 de abril de 1983 después de una amplia reconstrucción tanto de vías, vagones y estaciones, estando como gerente Rafael Pineda.

Una curva intermedia diferencia este funicular de los otros conocidos. El recorrido es de 770,34 m, ganando un desnivel de 226,49 m con pendientes máximas del 44,98%. En sus dos vagones pueden viajar 70 personas que a una velocidad máxima de 18 Km/h tardan en realizar el trayecto tres minutos. El funicular es seguro siendo prácticamente imposible un accidente debido a las características implantadas. El cable de acero personal externo especializado es chequeado anualmente para controlar su estado y recomendar su sustitución si fuera necesario. Además, previo a su apertura todos los días se realiza un viaje de pruebas, sin viajeros.

El horario es: Lunes a Sábado: 7.15 a 22.00 h. Domingos y Festivos: 8.15 a 22.00 h. De Junio a Septiembre, incluidos, el servicio se prolonga hasta las 23.00h. Los trenes salen cada cuarto de hora. La estación de acceso (Plaza del Funicular, s/n) se encuentra a 10 minutos a pie del edificio del Ayuntamiento.

No dejes de realizar este pequeño y a la vez gran viaje, arriba en Artxanda podrás contemplar Bilbao, rodeada de verdes montañas y fuertes contrastes, porque Bilbao es tradicional y cosmopolita, tranquila y divertida, sofisticada y canalla, sin duda un espectáculo para la vista.

Galería de imágenes del Funicular de Artxanda