La playa de Lapatza conocida tambien como cala de Natxitua pertenece al municipio de Ea. Es una atractiva playa virgen, rocosa, compuesta por bolos y rocas de oleaje moderado y baja ocupación, rodeada de montes cubiertos de vegetación y bosques, alejada de poblaciones.
Lapatza es en sí una cala de uso muy reducido y la disfrutan principalmente las gentes que viven en la zona. Al ser una cala salvaje de arribolas la hace minoritaria, no es la más recomendable para familias con niños, ya que para ellos os recomendamos a muy pocos kilómetros las playas de Laga y Laida donde con total seguridad los más pequeños se lo pasarán genial: unos deslizándose en su tabla pillando esas olas que le harán sentir algo especial que recorre el cuerpo, y otros de menos altura con las pozas que regalan las bajamares a diario.
La playa de Lapatza es una cala recomendada para visitar, para sentarse en el pequeño mirador y dejar que la mar hable… que poco a poco y sin darte cuenta vaya deslizándose dentro de tus oídos esa melodía relajante que crean las olas en su ir y venir constante. Si visitas un rato la playa de Lapatza al atardecer… ese día dormirás con más serenidad.
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Lapatza es también un rincón para los aficionados al submarinismo y desde sus rocas se puede pasar unos momentos privilegiados practicando la pesca. También es cierto que lo menos importante es pescar, realmente es la disculpa para integrarte en la cala y sentirte atrapado por su magia.
Esta playa posee una longitud de unos 230 metros y su superficie varía en función de las influencias de la marea. Es excelente para los amantes de los lugares tranquilos y para los que practican el submarinismo.
Para llegar a ella podemos tomar la referencia de ir por la carretera BI-3238 de Ibarrangelu a Ea por la costa. Comenzaremos nuestro recorrido en el Barrio de Natxitua y la monumental Iglesia de la Consolación de estilo neoclásico aunque construida en el siglo XVI en estilo renacentista. Allí, frente a la iglesia, cruzando la carretera hay una pequeña plaza, adentrándonos en ella encontraremos un pequeño camino vecinal que baja hacia la tranquila playa de Lapatza.
Os recomendamos llevar aprovisionamiento de bebida y comida si así se desea, ya que esta playa como virtud, carece precisamente de todos estos servicios, recordando por supuesto al irte que estás en un entorno natural. También comentar que en este tipo de calas, que no disponen de servicio de auxilio y salvamento, hay que tener mucha precaución, sobre todo con olas inesperadas y siempre que la mar esté ‘enfadada’.